LO QUE NECESITO...
Necesito tu voz;
necesito tus miradas
aquellas palabras que siempre me llenaban,
necesito tu paz interior;
necesito la luz de tus labios
!!! Ya no puedo... seguir así !!!
...Ya... No puedo
mi mente no quiere pensar
no puede pensar nada más que en ti.
Necesito la flor de tus manos
aquella paciencia de todos tus actos
con aquella justicia que me inspiras
para lo que siempre fue mi espina
mi fuente de vida se ha secado
con la fuerza del olvido...
me estoy quemando;
aquello que necesito ya lo he encontrado
pero aun !!!Te sigo extrañando!!!
Mario Benedetti
ABSOLUTO AMOR...
Como una limpia mañana de
besos morenos
cuando las plumas de la aurora comenzaron
a marcar iniciales en el cielo. Como recta
caída y amanecer perfecto.
Amada inmensa
como un violeta de cobalto puro
y la palabra clara del deseo.
Gota de anís en el crepúsculo
te amo con aquella esperanza del suicida poeta
que se meció en el mar
con la más grande de las perezas románticas.
Te miro así
como mirarían las violetas una mañana
ahogada en un rocío de recuerdos.
Es la primera vez que un absoluto amor de oro
hace rumbo en mis venas.
Así lo creo te amo
y un orgullo de plata me corre por el cuerpo.
Efraín Huerta
AL PERDERTE YO A TI...
"Al perderte yo a ti,
tú y yo hemos perdido,
yo porque tú eras lo que yo mas amaba,
y tu porque yo era el que
te amaba mas.
Pero de nosotros dos tu pierdes más que yo,
porque yo podre amar a otros como te amaba a
ti,
pero a ti nadie te amara como te amaba
yo."
E. Cardenal
DE OTOÑO...
Yo sé que hay quienes dicen: ¿Por qué no canta
ahora
con aquella locura armoniosa de antaño?
Esos no ven la obra profunda de la hora,
la labor del minuto y el prodigio del año.
Yo, pobre árbol, produje, el amor de la brisa,
cuando empecé a crecer, un vago y dulce son.
Pasó ya el tiempo de la juvenil sonrisa:
¡dejad al huracán mover mi corazón!
Rubén Darío
MI AMOR POR TI, ES MUCHO MAS QUE AMOR...
Mi amor por ti es mucho
más que amor,
es algo que se amasa día a día,
es proyectar tu sombra junto a mí,
hacer con ellas una sola vida.
Las miradas que ya al conocer
se hablan entre sí en la distancia,
no hacen falta palabras...qué más da!
si ya interpretamos lo que claman.
Los mil detalles que tienes tú por mí,
mi descaro al advertir en lo que fallas,
el sincerarme cuando hay que decir
lo que sinceramente no se calla.
Mi amor por ti es mucho más que amor.
Mi amor por ti es como una nevada,
un torrente de luz, algo tan bello...
como ponerse el sol o amanecer el alba.
Roque Dálton.
EL ÁNGEL BUENO...
Un año, ya dormido,
Alguien que no esperaba
Se paró en mi ventana.
- ¡Levántate! Y mis ojos
vieron plumas y espadas.
Atrás montes
y mares,
Nubes, picos y alas,
Los ocasos, las albas.
-¡Mírala ahí! Si sueño,
pendiente de la nada.
-¡Oh anhelo, fijo mármol,
fija luz, fijas aguas
movibles de mi alma!
Alguien dijo: ¡Levàntate!
Y me encontré en tu estancia.
Rafael Alberti
SONETO...
Sabrás que no te amo y que te amo
puesto que de dos modos es la vida,
la palabra es un ala del silencio,
el fuego tiene una mitad de frío.
Yo te amo para comenzar a amarte,
para recomenzar el infinito
y para no dejar de amarte nunca:
por eso no te amo todavía.
Te amo y no te amo como si tuviera
en mis manos las llaves de la dicha
y un incierto destino desdichado.
Mi amor tiene dos vidas para armarte.
Por eso te amo cuando no te amo
y por eso te amo cuando te amo.
Pablo Neruda, 1959
HUBIESE ESTADO BIEN...
Hubiese estado bien.
Dormir sobre tus
labios
en los líquenes del
viento.
Posar un beso azul
en el azul de tus
cabellos.
Poder mirar al sur
y dibujar colores nuevos.
Almohadas despeinadas
en las canas de tus sueños.
Sembrar la piel de luz
a las afueras del invierno.
Dejarnos naufragar
con la ternura entre los dedos.
Aprender a ser verdad
entre los hilos de lo incierto
y ver amanecer
en los corales de tu cuerpo.
Sí.
Hubiese estado bien
abrir camino hacia el encuentro.
Sangrar en libertad
hasta sentir que somos nuestros.
Amar, amor, amar…
¡amarnos piel adentro!
Amar, amor ¡amar!
¡dejar la vida en el intento!
Sí…Hubiese estado bien…
REGÁLAME...
Regálame…
Regálame las horas
que duermen en tus ojos cuando despierta el alba y el sol hiere la piel.
La tinta de tu
hombro mojada de susurros lamiéndome la espalda cuando empieza a amanecer.
Regálame tu boca,
vacía de nostalgia y llénala de labios, de lenguas por morder.
La hiedra de tus
manos sembrándome en la carne, el fuego y la caricia en mi cuerpo de mujer.
Regálame la curva que aflora de tu vientre y ese
jardín de aromas que en ti vuelve a nacer.
Tu tiempo ya sin prisas, el eco de tus sueños, la
luz de tus palabras en los pliegues de un papel.
Regálame un te quiero, la flor de tu sonrisa, tu
mirada de niño sobre el atardecer.
Regálame el latido que habita entre tus dedos y que
se pare el mundo ¡yo me quedo, aquí, en tu piel!
CIERRA LOS OJOS Y ESCUCHA...
Si ves que el cielo
suspira,
entre sus nubes
calladas
y una suave y leve
brisa
acaricia tus
pestañas,
cierra los ojos y
escucha…
es mi voz la que te
llama,
quiere acariciar tu
nuca
y susurrarte en la
espalda.
Si acaso una breve lluvia
se desliza en tu ventana
y ves que nace la luna
sonriente y sonrojada,
cierra los ojos, escucha,
es mi boca que te llama,
quiere derramar dulzura
sobre tus labios de escarcha.
Si ves que el mar se hace espuma,
cuerpo de sal y de algas,
mientras avanza la bruma
al despertar la mañana,
cierra los ojos y escucha
¡es mi boca que te llama!
queriendo abrazar cada duda,
cada herida que te sangra.
Si ves que callo y sonrío
cuando estás cerca y me abrazas
y sientes en mi piel el brío
de una hembra apasionada…
¡abre los ojos! ¡escucha!
¡mírame! soy fuego y brasa
¿no ves que ya estoy desnuda?
¡que he desnudado mi alma!
Desnuda de piel para dentro
donde están naciendo alas,
que quieren volar en tu cuerpo
y enredarse entre tus albas,
allí, a la izquierda del beso
que quiere besar tu mirada…
un beso profundo e intenso
que en silencio ¡te reclama!
Si acaso un temblor te acuna
y sientes que nace una lágrima
y en mis ojos ves lagunas,
azules, con aguas claras,
no tengas miedo ¡y escucha!
ese rumor que te habla,
verás en ellos ternura…una ternura
¡que me está empapando el alma!
AUSENCIA DE AMOR...
Cómo será pregunto.
Cómo será tocarte a
mi costado.
Ando de loco por el
aire
que ando que no
ando.
Cómo será acostarme
en tu país de
pechos tan lejano.
Ando de pobre
cristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.
Será ya como sea.
Tal vez me estalle el cuerpo todo lo que he
esperado.
Me comerás entonces dulcemente
pedazo por pedazo.
Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.
SI TU BOCA ME NOMBRARA...
Yo volaría mañana,
hasta el cielo de
tus ojos,
si tu boca me
nombrara,
como te nombran
callados
estos,
mis labios rotos.
Si tu boca me
nombrara,
se abrirían mis cerrojos,
se desataría el alba
con esos destellos rojos
de soles recién paridos,
iluminándolo todo.
Yo volaría mañana,
con la piel llena de asombro,
si tus manos de calandria
fuesen nido en mis sonrojos
y surcasen con sus alas, las mareas,
de mi aliento silencioso.
Hasta la piel de tu alma,
volaría yo con gozo,
para vestir de ternura
los párpados de tu insomnio
y arropar entre las lunas
tus solitarios contornos.
¡Ay niña, de ojos morenos!
¡Ay niña, de ojos de otoño!
que me has prendido de fuego
sin dejar ningún rescoldo.
¡Ay niña, de ojos morenos!
¡Ay niña, de ojos de otoño!
qué haces gemir los cimientos
de este cuerpo tembloroso.
Yo volaría mañana,
hasta el cielo de tus ojos,
si tu boca me nombrara…
¡Ay niña, de ojos hermosos!
TE ACORDARÁS...
Te acordarás un día de
aquel amante extraño
que te beso en la
frente para no hacerte daño.
Aquel que iba en la
sombra con la mano vacía,
porque te quiso tanto que no te
lo decía.
Aquel amante loco que era como un amigo
y que se fue con otra para soñar contigo
Te acordarás un día de aquel extraño amante,
profesor de horas lentas, con alma de estudiante.
Aquel hombre lejano que volvió del olvido
solo para quererte como nadie ha querido.
Aquel que fue ceniza de todas las hogueras
y te cubrió de rosas sin que tu lo supieras.
Te acordarás un día del hombre indiferente
que en las tardes de lluvia te besaba en la frente,
Viajero silencioso de las noches de estío
que sembraba en la arena su corazón tardío.
Te acordarás un día de aquel hombre lejano,
del que más te ha querido porque te quiso en vano.
Quizás así de pronto te acordarás un día
de aquel hombre que a veces callaba y sonreía.
Tu rosal preferido se secará en el huerto
como para decirte que aquel hombre se ha muerto.
El andará en la sombra con su sonrisa triste
y únicamente entonces sabrás que lo quisiste.
José A. Buesa.
TÚ...
Se desliza suave y sutil
mientras se mete entre mis sábanas y me abraza por la espalda acurrucándose en
mi; escalofríos es todo lo que hoy me brida junto con una daga en mis espina
dorsal, duerme junto a mí, como hace tanto tiempo cuando los dos fuimos cómplices de su aislada demencia que me
arrastro. Vuelve tan callada como lo fue, sin explicaciones ni consuelo, sin
recelos ni reservaciones, sin recuerdo ni olvido, tan oscura y melancólica como
los dos.
Jorge Rojo.
AMANTE...
Lo que yo no quiero
es darte palabras
de ensueño,
ni propagar imagen
con mis labios
en tu frente, ni
con mi beso.
La punta de tu dedo,
con tu uña rosa, para mi gesto
tomo, y, en el aire hecho,
te la devuelvo.
De tu almohada, la gracia y el hueco.
Y el calor de tus ojos, ajenos.
Y la luz de tus pechos
secretos.
Como la luna en primavera,
una ventana
nos da amarilla lumbre. Y un estrecho
latir
parece que refluye a ti de mí.
No es eso. No será. Tu sentido verdadero
me lo ha dado ya el resto,
el bonito secreto,
el graciosillo hoyuelo,
la linda comisura
y el mañanero
desperezo.
Vicente Aleixandre.
.UN BESO NADA MAS...
Bésame con el beso de tu
boca,
Cariñosa mitad del
alma mía:
Un solo beso el
corazón invoca,
Que la dicha de dos
me mataría.
¡Un beso nada más! Ya su perfume
En mi alma derramándose la embriaga
Y mi alma por tu beso se consume
Y por mis labios impaciente vaga.
¡Júntese con la tuya! Ya no puedo
Lejos tenerla de tus labios rojos...
¡Pronto... dame tus labios! ¡Tengo miedo
De ver tan cerca tus divinos ojos!
Hay un cielo, mujer en tus abrazos,
Siento de dicha el corazón opreso...
¡Oh! ¡Sostenme en la vida de tus brazos
Para que no me mates con tu beso!
Manuel Flores.
DÉJAME SER...
Deja llevarme mi última aventura.
Déjame ser mi propio testimonio,
Y dar fe de mi propia
Desmemoria.
Déjame diseñar mi último rostro,
Apretar en mi oído los pasos de la lluvia
Borrándome el adiós definitivo.
Déjame naufragar asida
A un paisaje, una nube,
Al vuelo humilde de un gorrión,
A un brote renaciente,
O siquiera al relámpago
Que abra en dos mi último cielo.
Sujétame los brazos.
Engrilla mis tobillos,
Empareda mis párpados.
Pero tatuada una flor en la pupila,
Crucificada un alba debajo de la frente,
Acurrucado un beso en la raíz de la lengua,
Déjame ser mi propio testimonio.
Josefina Plá.